Tras superar al italiano Barrettini en octavos, ‘Carlitos’ se verá las caras en la siguiente eliminatoria con la sexta raqueta del mundo, Holger Rune, con quien le une una estrecha relación que nació en sus años en el circuito junior.
Contenido:
- Carlos Alcaraz, claro favorito en las cuotas para pasar a semifinales
- El danés, abonado al thriller
Carlos Alcaraz, claro favorito en las cuotas para pasar a semifinales
El murciano consiguió contra Berrettini una nueva victoria sobre hierba (3-6, 6-3, 6-3, 6-3), la novena de este curso en nueve partidos disputados, prolongando así su idilio con la superficie. Con su pase a cuartos de final confirmó también su mejor participación en el Grand Slam londinense hasta la fecha, superando su clasificación de 2022, cuando cayó en octavos de final contra Jannik Sinner.
A pesar de que el jugador español llegó a Wimbledon generando alguna duda sobre su estado físico, a causa de las molestias que le habían acompañado las semanas previas, lo cierto es que su desempeño hasta la fecha está siendo brillante. Tan solo dos grandes sacadores como Berrettini y Jarry han sido capaces de arañarle un set a un Alcaraz que está sabiendo imponer siempre un ritmo superior a sus rivales, apoyándose tanto en su saque como en su resto. “Ha encontrado la forma de hacerme sentir incómodo en todo momento. Tiene una gran sensibilidad con su resto, me recuerda a Novak en ese sentido, es capaz de reaccionar muy rápido, con enormes reflejos”, explicó el italiano al término de su duelo de ayer.
Su rival en la lucha por un puesto en las semifinales será un jugador al que Alcaraz conoce muy bien, ya que a ambos les une una buena amistad. Holger Rune llega a este duelo tras superar por el camino a Loffhagen, Roberto Carballés, Davidovich y Dimitrov, para disputar por tercera vez en su carrera unos cuartos de final de Grand Slam, tras alcanzar dicha ronda en Roland Garros 2022 y 2023.
Rune ha sido capaz de superar dos momentos críticos para llegar a estos cuartos de final, fruto de esa capacidad que tan solo tienen unos pocos jugadores especiales de revolverse cuando todo parece pintar en contra. Llegó a ir set y break abajo contra Dimitrov el lunes, y a enfrentar dos bolas de partido contra un Davidovich que también llegó a ir un set por delante y tuvo una ventaja de 8-5 en el tie break final. El danés consiguió sobreponerse en ambos casos jugando con la valentía del que no tiene nada que perder.
Los dos jóvenes tenistas se han medido dos veces hasta la fecha en el circuito. La primera fue en las Next Gen ATP Finals de 2021 (con un formato de set reducido a cuatro juegos) con victoria para el pupilo de Ferrero y la segunda en París-Bercy 2022, un encuentro en el que el abdominal de Alcaraz dijo basta y le obligó a retirarse. Aquel torneo supuso la consagración definitiva en el circuito del danés, que se impuso con apenas 19 años en la final del Masters 1.000 a Novak Djokovic para asaltar el top-10 por primera vez en su carrera.
Ambos jugadores se han referido en varias ocasiones a su buena relación, dejando claro que además de compartir esa rivalidad deportiva que promete unir sus caminos en los próximos años, son compañeros y buenos amigos. Se enfrentaron por primera vez en Mallorca, hace casi una década. “Al principio siempre me ganaba él y después empecé a ganarle yo. Cuando jugamos, sacamos lo mejor el uno del otro. Es muy fácil llevarte bien con Carlos porque es un gran chico”, explica Rune a este respecto. De hecho, ambos llegaron a jugar juntos el dobles en una ocasión, en el gran torneo que reúne a las grandes estrellas del futuro, Le Petit As, en 2014.
Las cuotas para el encuentro otorgan un claro favoritismo al actual número 1 del mundo, cuya victoria se paga a [1.26] por los [4] que cotiza la victoria del danés. Sin embargo, como ha explicado este último, “afronta el partido con muchas ganas” y sabemos que no es la primera vez que consigue superar a Alcaraz en una cancha de tenis. El hándicap de +5.5 juegos a favor del danés cuenta con una cotización de [1.91] y, que consiga anotar al menos un set a su casillero, a [1.52].
El danés, abonado al thriller
A lo largo de esta temporada, Holger Rune ha comenzado a labrarse cierta fama de bad boy en el circuito. Muchos de sus partidos se han enredado lo indecible a partir de discusiones con sus rivales, los árbitros o incluso el público. Esto provoca que esos encuentros se conviertan frecuentemente en una suerte de montaña rusa, que sube y baja de forma vertiginosa dependiendo de su estado anímico, incorporando todo tipo de cambios al marcador.
Esta circunstancia, unida a la ya citada rivalidad con un Alcaraz (que ya se ha dejado un set en cada uno de los dos últimos partidos), da pie a que nos podamos encontrar con un partido con muchas más alternativas de lo que se podría extraer inicialmente en un vistazo superficial de las cuotas. En este sentido, que el partido se alargue por encima de los 37.5 juegos se paga a [1.94] y que el resultado se decida en, al menos, 4 sets cuenta con una cotización de [1.66].
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